Abre los ojos, los pensamientos han interrumpido la realidad. Gotas de agua me envuelven; flotan a mi alrededor, proyectando susurros del tiempo, momentos que olvidé. Doy pasos firmes que se clavan en el barro, llevándome hacia una nada estancada. Quiero que me lleve; el contacto de las gotas me levanta la piel, como un pergamino que cayó al suelo y le enseño al mundo sus secretos. Abre los ojos, estás en la jodida realidad. Aquí las gotas no flotan y menos aún te levantan la piel. Y si la lluvia te molesta, quémala.
¡Ah! Si solo estaba recordando.
Por suerte, no siempre hay gotas que se esfuerzan por crear un mar ante ti, también las hay que son un mar por y para ti; donde los pensamientos se evaden, donde recuerdas por qué es bonito vivir.
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